El «oído del surfista» es el crecimiento anormal del hueso en el oído externo por contacto continuo con el agua y vientos fríos, que hace que el conducto auditivo se estreche dificultando la salida natural del agua, el cerumen, descamaciones y los posibles residuos que entren en el mismo.
Esto favorece la aparición de infecciones que de no tratarse debidamente pueden provocar la pérdida de audición o una obstrucción del conducto auditivo por el crecimiento excesivo del hueso.
La exóstosis es conocida así porque afecta a muchos aficionados al surf, al piragüismo, la navegación o el submarinismo. Para prevenir su aparición, es fundamental la protección de los oídos ante el viento o el agua fríos con tapones, gorros, trajes de neopreno completos e incluso máscaras de buceo con orejeras.