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Qué cuidados necesitan tus audífonos
Está previsto que, para el año 2050, haya unas 2.500 personas en todo el mundo con algún grado de pérdida de audición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, un 10% de la población padece hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es decir, pérdida de la capacidad auditiva en menor o mayor grado, según se desprende de los resultados del Estudio EuroTrack 2023 sobre Pérdida de Audición y Uso de Audífonos en España, promovido por la Asociación Nacional de Audioprotesistas (ANA).
Sin embargo, el mismo estudio revela que un 60% de los españoles con problemas auditivos no han hecho nada para mejorar su audición.
Audífonos, aparatos que nos conectan con el exterior
Los audífonos o prótesis auditivas permiten amplificar, procesar y conducir el sonido hacia el oído para que este llegue de forma eficiente, ajustándolo al rango auditivo de la persona Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL). Cuando hay hipoacusia, es decir, cuando no se pueden escuchar sonidos, el otorrinolaringólogo y audiólogo son los que valoran si es pertinente o no que la persona deba llevar audífonos.
Según los expertos, es imprescindible el uso de estas prótesis auditivas en caso de que haya una pérdida de más de 41 dB hasta 120 dB y siempre que no se pueda tratar de otra manera (cirugía o tratamiento médico) y que no existan enfermedades que impidan su uso, como una patología en el conducto auditivo externo u otitis media crónica.
El audífono permite oír mejor en distintos entornos, mejorar las habilidades comunicativas, mejorar la comprensión al escuchar y reducir el tinnitus (zumbidos en los oídos). Pero debemos tener en cuenta que el audífono no cura, no va a solucionar la pérdida auditiva, sí nos ayudará a mejorar la audición porque amplifica los sonidos de nuestro entorno y maximiza nuestro potencial auditivo.
Audífonos: distintos tipos para diferentes necesidades
Un audífono está compuesto básicamente por un micrófono, que es el que recoge la señal acústica y la convierte en eléctrica; un amplificador que procesa esta señal en función del grado de hipoacusia; y un auricular, que es donde llegar la señal eléctrica y la transforma en acústica para que llegue al oído amplificada.
Como nos explica Daiana Martínez, audióloga de la Clínica Coda, los audífonos pueden ser “intrauriculares o invisibles (ITE), o retroauriculares (BTE). Todos son innovadores, cómodos y discretos”. La gran ventaja es que, gracias a la tecnología digital, permiten escuchar sonidos con claridad, incluso “conectar y manejar desde el teléfono móvil”, afirma Martínez.
“Elegir el audífono adecuado es importante para recuperar la calidad de vida perdida cuando se empieza a tener perdida de audición”, admite la experta, que destaca las prestaciones de los audífonos modernos, con sistema de bluetooth para que, desde el teléfono y una aplicación, podamos “ajustar el volumen o cambiar el programa”.
En función de las particularidades de cada caso, el audífono debe dar respuesta a “las necesidades auditivas y a estilos de vida, a todas las preferencias y presupuestos”, admite la audióloga.
Es posible que, al principio, a la persona que usa un audífono le lleve unas semanas acostumbrarse y que, en algunos casos, deba consultar con el audiólogo para realizar ajustes de programación si hay dificultades auditivas en ciertos entornos.
Cómo podemos cuidar de forma adecuada de nuestros audífonos
Dada su importancia, y al hecho de que se trata de dispositivos electrónicos que se usan muchas horas al día, parece obvio que cuidar de los audífonos es clave, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de dispositivos sensibles y, en ocasiones, delicados. ¿Cuáles son los cuidados mínimos que necesitan nuestros audífonos? Como nos indica Martínez, es importante seguir estos pasos:
- No mojarlos ya que la humedad es el principal motivo de reparaciones.
- Cuando se quitan por la noche, abrir el ‘portapilas’. Sabremos que estas están gastadas porque horas antes de que se termine emite una melodía de aviso que solo escucha la persona; si no se cambia la pila entonces, el audífono va emitiendo señales de forma periódica hasta que, al final, se apaga.
- No exponerlos a fuentes de calor, como cerca de la luz solar directa.
- Mantenerlos alejados de los niños y animales domésticos.
- Acudir de forma periódica al especialista para que realice revisiones completas y aclare posibles dudas que puedan surgir.
Los audífonos, ¿tienen que limpiarse? ¿Cómo, si no se pueden mojar? Los audífonos sí tienen y deben limpiarse. Para ello, es muy importante seguir unas pautas de limpieza diarias para que el funcionamiento sea óptimo. Martínez aconseja, cuando se quiten y antes de guardar en el estuche, “limpiar con la gamuza la superficie, el molde y la cápsula para eliminar los restos de humedad y cera que se acumulan a lo largo del día”.
Puede ayudar el uso de un espray ya que permite “limpiar con mayor eficacia la superficie de los audífonos, el molde y la cápsula”, afirma Martínez, que reconoce que es importante acudir a la consulta cada tres meses para hacer una limpieza y secado por parte de profesionales para que el audífono se conserve en buenas condiciones y se reduzca al máximo el número de las reparaciones.
La suma de todos estos cuidados y del avance de la tecnología, que ha permitido fabricar audífonos cada vez mejores, la mayoría de las veces las personas deciden cambiar el aparato “por una mejora de audición y no tanto por una rotura del audífono”, admite la audióloga.