La llegada de la tecnología digital a los audífonos ha mejorado ampliamente sus características, facilitando no sólo que el amplificador ofrezca una calidad de alta fidelidad y se ajuste automáticamente a los niveles de sonido que el usuario requiere en cada momento compensando el habla y el ruido de fondo, sino que permite la adaptación del aparato con absoluta precisión a las características de cada persona, de tal manera que, mediante un ordenador, se determinan las necesidades de la audición de la persona y, además, se configura el aparato para adaptarlo de manera exacta.

Por ello, tan importante es la calidad y tecnología del audífono como la correcta adaptación a su usuario concreto utilizando los medios tecnológicos adecuados. De nada servirá un buen aparato mal configurado y poco podrá hacer una buena adaptación mediante ordenador? si el audífono no es de alta tecnología. Existen varias clases de audífonos, que se diferencian por su apariencia física y colocación en el oído, hay incluso aparatos que pasan desapercibidos, al ubicarse dentro del oído externo.

Un audiólogo o especialista de la audición te ayudará a elegir el que mejor te convenga y también será el encargado de programar el aparato, según tu nivel de audición.