Por otro lado escuchar engloba funciones del cerebro y del sistema nervioso que se encargan de procesar y descifrar los sonidos dándoles un significado. Por lo tanto, entrenar nuestro cerebro para escuchar se vuelve esencial si queremos mejorar la comprensión y la calidad de lo que oímos.

La pérdida auditiva implica una reducción en el nivel de información auditiva que se envía al cerebro,  que a su vez, privado de esta información, pierde su capacidad de procesar sonidos de manera rápida y precisa.

Los audífonos son en gran medida capaces de compensar la pérdida auditiva, pero no pueden mejorar directamente la capacidad del cerebro para procesar los sonidos. Afortunadamente, el entrenamiento auditivo permite recuperar  y mejorar  la capacidad del cerebro para procesar los sonidos de manera rápida y precisa.

Con frecuencia,  los usuarios de audífonos, además de pasar por un período de adaptación necesitan también someterse a un período de reentrenamiento auditivo para:

• Mejorar la comprensión del habla en lugares ruidosos;
• Reducir la distorsión de los sonidos;
• Mejorar la comunicación a partir de la mejoría auditiva;
• Mejorar la tolerancia a los sonidos de alta intesidad;
• Favorecer la adaptación a los audífonos.

En Clínica Coda contamos con un plan de adaptación para acompañar a nuestros pacientes a lo largo del proceso de recuperación auditiva a partir del uso de audífonos. Este plan es completamente personalizado y lo llevamos a cabo durante el periodo de prueba de los audífonos para que puedas sacarle el máximo rendimiento.